Me encantan las chuches. Cuando me compro una bolsa, no paro hasta que acabo con todas, no importa si pesa 100 gramos o un kilo, es superior a mí. Pero he encontrado una forma de disfrutar de las gominolas que es casi tan guay como comérselas, pero engorda menos: la Helveticandy.
Creada por el diseñador Samuel Carter Mensah, Helveticandy es un homenaje a la más famosa de las tipografías, la Helvética, a través de algo tan guay como son las chucherías. Hicieron falta 200 piezas de dulces para hacerla, aunque no sé si de ahí descontó las que se fue comiendo el diseñador mientras la diseñaba, porque es inevitable llevarte alguna a la boca cuando estás trabajando con golosinas…
Podéis ver todo el proyecto e incluso descargar la Helveticandy desde su página web.
