Moleskine lleva muchos años inspirando a la gente con sus cuadernos, pero parece que la marca no tiene suficiente con eso y ha querido ir un paso más allá. ¿Cómo? Pues creando el primer Moleskine Café, un espacio dedicado a la creatividad, la reflexión y la relajación en la que conviven una cafetería, una galería de arte, una biblioteca y una tienda de productos de sus colecciones.
El Moleskine Café ha abierto sus puertas en Milán, en pleno Distrito de Diseño de Brera (Corso Garibaldi, 65) y cuenta con una programación anual con charlas, desayunos formativos y exposiciones para inspirar a todo aquel que se pase por allí. El concepto del espacio ha corrido a cargo de Interbrand, que ha seguido el estilo de los icónicos cuadernos Moleskine: una estética limpia, con una paleta de colores neutrales y mucha luz.
Para mí, visita obligada cuando vaya a Milán desde ya mismo.
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