El packaging juega un papel muy importante para la comunicación de ciertos productos. Y es que no sólo se trata de atraer la atención de la gente, sino de transmitir la imagen deseada. Esa es la principal razón por la que la marca de mermeladas La Vieja Fábrica no utiliza fotos ni grandes etiquetas en su envase, sino que la ha reducido a la mínima expresión para dejar el protagonismo que se merece a lo que hay en su interior: la fruta.
Para comprobarlo, me han hecho llegar una muestra de producto y he aprovechado para hacerle un par de fotillos que dejo justo aquí:
Una marca que lleva más de 170 años transformando las mejores frutas en mermeladas, utilizando su receta original y un proceso artesanal, algo que se transmite en un packaging sencillo, sin grandes artificios. Su última campaña para televisión también hace hincapié en este hecho, a través de su eslogan ” No hay foto, hay fruta”. Una pieza sencilla en la que se basa en el valor diferencial de que, debido a su elaboración, en la mermelada de La Vieja Fábrica se pueden apreciar los trozos de la fruta, algo que no ocurre con otras marcas.
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