He de confesar una cosa: para mí, ciertas tecnologías son como magia y nunca me he planteado cómo funcionan. Seguro que algunos de vosotros os ha pasado igual, ¿verdad? Por ejemplo, las impresoras, que para mí eran aparatos por los que metes un papel por un lado y sale con la imagen que tenías en tu ordenador por el otro. Pero, ¿sabías que un cartucho de tinta puede tener hasta 42.000 boquillas de tinta y cada una tiene el grosor del tercio de un pelo humano?
¿Cómo funcionan los cartuchos y por qué son la mejor recomendación versus los No Originales?
Esta es una de las cosas que he aprendido gracias a HP, con los que he estado hablando de su tecnología y la importancia de los cartuchos originales. Y es que, ahí donde lo veis, los cartuchos de tinta son una parte indispensable que supone el 70% de la mecánica de una impresora, por lo que realmente son muy estudiados y probados antes de que salgan al mercado.
Y lo mismo ocurre con las tintas originales de HP, cuyas fórmulas se desarrollan durante periodos de entre ¡3 y 4 años!. El reto es llegar a un sistema que produzca el menor número de fallos (según me contaron, en el caso de HP no llega a 1%) y garantice la durabilidad de los documentos (por ejemplo, una imagen impresa con HP dura hasta 50 veces más).
El cartucho, la parte más importante de una impresora
Como ya os he comentado anteriormente, el cartucho es la parte principal de una impresora, hasta tal punto que cuando cambias el cartucho de tu impresora, es como si cambiaras el motor de tu coche. En ese sentido, los cartuchos rellenables juegan en clara desventaja y ofrecen un rendimiento mucho menor: hasta un 54,6% menos de páginas por cartucho (según este estudio de Quality Logic), colores inexactos, páginas con errores que tenemos que volver a imprimir… Para ahorrar, la mejor opción es utilizar los cartuchos XL de HP, que proporcionan muchas más impresiones que un cartucho normal.
Uno de los datos que más me llamó la atención es que los cartuchos son tan sofisticados son que sí pusiéramos una cámara ultra lenta dentro de un cartucho original, veríamos como dispara hasta 30 millones de diminutas gotas de tinta por segundo a través de sus 500 boquillas. Se trata, pues, de un proceso que requiere la máxima precisión y confiabilidad. En este sentido, el estudio de Quality Logic revela que cerca de un 41% de los cartuchos no originales presenta algún fallo, lo que siempre se traduce en trabajo que tenemos que repetir, y al final más gasto de dinero.
La tinta, fruto de años de investigación
Antes os he contado que el proceso de desarrollo de una tinta dura entre 3 y 4 años, pero no os he dicho que HP realiza más de 1.000 prototipos hasta llegar al sistema de tinta perfecto. ¡Casi nada! En HP se preocupan mucho por la calidad de impresión de los documentos. Un documento borroso o ilegible al final supone tirar dinero y trabajo a la basura, por eso trabajan para ofrecer la mejor calidad y durabilidad a través de sus tintas y papeles.
Y acabo ya, no sin antes hablaros antes del programa HP Planet Partners, con el que se han producido más de 1500 millones de cartuchos de tinta reciclados. No basta con ofrecer la máxima calidad, en los tiempos que corren una marca tiene que estar comprometida con el medio ambiente para reducir su impacto en nuestro planeta. Y en HP lo tienen claro y por eso pusieron en marcha este programa, con el que en 2011 reciclaron 39 millones de cartuchos usados.
Todo esto que os he contado, lo han resumido de forma divertida en esta infografía que han hecho en exclusiva para La Criatura Creativa. Os invito a que le echéis un vistazo, porque es un detallazo que se hayan currado algo así para que entendamos mejor cómo funciona una impresora. ¡Que lo disfrutéis!
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