Dice Risto Mejide que se consigue mucho más molestando e incomodando a la gente que tratando de agradar a todo el mundo. Y esta campaña de publicidad de Just Giving es un buen ejemplo de esto. Imagínate que un día vas por la calle y te encuentras a un señor con un cartel gigante en el que pone “¡Que le den a los pobres!” y va repartiendo folletos a todo el que pasa por su lado. ¿Cómo reaccionaríais?
No os quiero contar más sobre el experimento realizado por Publicis Londres, es mucho mejor que lo descubráis vosotros mismos. Y aunque no creo que toda la publi que “molesta” funcione, éste es un claro ejemplo en el que en ocasiones hay que darle una “colleja” a la gente para que llegue tu mensaje y les haga reflexionar.
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