¿Conoces la figura del Product Owner? Un rol esencial en la metodología de trabajo Scrum

[En colaboración con Youssef Oufaska]

La productividad es un aspecto esencial en todo modelo de negocio, considerado como el eje del rendimiento al que queda supeditada la empresa y, por extensión, el margen de ganancias al que aspira. Sabiendo esto, resulta esencial encontrar aquellas metodologías de trabajo que contribuyen a la optimización de los recursos, sacando el máximo partido posible a cada una de las tareas que se desarrollan en los proyectos. En este orden de ideas, el método Scrum es uno de los más destacados en la actualidad, partiendo de la organización y la esquematización de funciones para disparar la eficiencia de la corporación.

Product Owner, responsable del valor del producto

Hasta el momento, el marco de trabajo más habitual consistía en desarrollar el producto con base en una planificación previa que se ejecutaba de manera secuencial. Sin embargo, con la llegada de Scrum, todo ha cambiado, pasando a implementar un desarrollo incremental, en el que se solapan las diferentes fases de la creación de un producto, basándose en el conocimiento tácito de las personas más que en la calidad de los procesos que se llevan a cabo. En este orden de ideas, ha nacido una figura esencial que ya es imperativo tener en la corporación: un buen product owner.

El product owner es el encargado de otorgar valor al producto, reflejando la perspectiva que le reserva el cliente a dicho producto. Se trata de una sola persona y, como tal, ha de contar con ciertos rasgos profesionales a la hora de garantizar la máxima excelencia en sus funciones. Entre sus labores más destacadas, encontramos el desarrollo de la visión del producto y su estrategia en mercado, la gestión del Backlog -lista de los requisitos a desarrollar-, involucrar a los interesados en el refinamiento del propio Backlog y, entre otras, alinearse con el resto de product owners cuando así lo requiera la situación.

Así pues, nos encontramos ante una figura imprescindible en el proceso de producción que, tanto a corto como a largo plazo, va a acompañar al resto de la empresa para que se mantenga la perspectiva en lo que hace grande a la compañía. Un trabajo arduo que requiere de una exhaustiva planificación, llevando el producto a su máximo potencial para que el negocio saque el mayor margen de beneficios posible; respondiendo a la metodología de trabajo Scrum, una de las más revolucionarias en el mundo corporativo.

 

Rasgos de un buen product owner

Dado el trascendental papel que juega este profesional en la producción de toda empresa, garantizando una excelencia invaluable en los resultados, existen ciertos rasgos con los que todo product owner debe cumplir. Por lo tanto, independientemente de si estás buscando una persona que ocupe este rol en tu empresa o si, por otro lado, quieres especializarte en este puesto y sacar lo mejor de ti para otorgar un servicio de rigor a compañías con el método de trabajo Scrum, has de tener claro qué características definen a un buen product owner.

El primer aspecto es el hecho de compartir la visión del producto con los clientes, viendo incluso más allá de sus propias expectativas, contando con una actitud empoderada para poder tomar decisiones en los momentos más críticos. Otra de las características más relevantes es la comunicación, habiendo de mantener una relación cara a cara con la empresa y el stakeholder, compartiendo experiencias con sus compañeros en el proceso. A su vez, ha de estar enfocado a la funcionalidad, dominar conceptos como el User Story Mapping, tener un absoluto control sobre el negocio y su entorno o actuar en a nivel estratégico, táctico y operativo.

No olvidemos que el product owner no deja de ser el CEO a nivel producto y, por ende, ha de estar siempre disponible -algo que no quita el hecho de que tenga que saber decir la palabra “no” cuando sea necesario-. Todo ello con el Backlog siempre en mente, tanto en su organización, refinamiento y nuevas funcionalidades. Una serie de características que optimizan el rendimiento corporativo gracias a la implementación ejemplar de la metodología Scrum.

[En colaboración con Youssef Oufaska]

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