Para celebrar el Gran Premio de Fórmula 1 que se celebró en mayo en Barcelona, la marca más famosa de coches de juguete se propuso poner en marcha una acción especial. Así, crearon la pista de cochecitos más alta del mundo, con un total de 18 metros de altura, en la fachada de un edificio.
Utilizaron más de 500 piezas para montar esta peculiar pista de la que niños (y no tan niños) pudieron disfrutar durante varios días. ¡Mooola!
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