Parece que cada vez tiene menos efecto la publicidad que intenta “demostrarnos” la calidad de un producto mediante una prueba (véase por ejemplo, los típicos anuncios de detergentes de la señora que va por la calle y le manchan la camisa). Hoy os traigo un buen ejemplo de que esto se puede hacer de una forma verdaderamente sorprendente.
¿Serías capaz de identificar qué imagen es la real y cuál es un dibujo impreso? Parece fácil a priori, pero después no lo es tanto. Así hace ver Samsung la calidad de sus nuevas impresoras. ¿Habéis acertado alguno? Yo sólo uno…
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