Si viajas en metro, habrás vivido esta situación en multitud de ocasiones: suena la señal acústica que anuncia el cierre de puertas y las personas que se encuentran en el andén corren para ver si todavía llegan a tiempo a subir al vagón, bloqueando las puertas. Estos pequeñas situaciones van creando “microretrasos” en los trenes que, al acumularse a lo largo del día, pueden afectar de una forma importante a la puntualidad del transporte público.
Para luchar contra estos actos y animar a que los viajeros no suban al tren cuando está a punto de ponerse en marcha, han transformado las puertas en monstruos “come personas”. Este “truco” visual es un experimento que SNCF Transilien está probando en algunos de sus trenes para probar su efectividad.
La idea viene del “nudge marketing”, una disciplina que se está poniendo de moda y que hace hincapié en el comportamiento del consumidor. Lo que pretenden es que estas ilustraciones acaben modificando los hábitos de los viajeros para mejorar la puntualidad del servicio de metro parisino.