¿Qué harías si tuvieras que anunciar una marca de ketchup y demostrar que este producto es capaz de mejorar hasta el peor de los platos? Este es el reto al que se enfrentaron en Ogilvy Berlín con la marca Curtice Brothers y ojo a la solución que encontraron porque me parece divertidísima.
Y es que la agencia ideó un experimento que ayudaría a que los críticos más duros y honestos del mundo opinaran sobre su ketchup, pero sin saberlo. ¿Cómo? Pues buscaron los restaurantes de Berlín con peores calificaciones en Tripadvisor y les mandaron una cuantas botellas de Curtice Brothers para que las colocaran en sus mesas.
¿El objetivo? Ver si el ketchup cambiaba algo en las críticas negativas que recibían estos restaurantes. ¿Funcionó? Pues parece que sí.
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Tras la llegada del ketchup, algunos de los restaurantes participantes en el experimento pasaron de recibir comentarios como «Historia de terror», «Terrible» o «No malgastes tu dinero aquí» a expresiones como «No es la peor opción» o «Un aprobado alto». Evidentemente no son críticas brillantes, pero tampoco la peor valoración y eso ya es algo.
Curtice Brothers suministró sus salsas a los restaurantes en octubre de 2021 y supervisó sus críticas durante el resto del año. Después, realizaron una campaña de exterior en Berlín en la que mostraban los comentarios antes y después del experimento para mostrar el impacto (aunque fuera pequeño) del ketchup en las críticas.
«Lo mejor que puede hacer un gran ketchup es hacer que la comida que no está bien esté bien», cuentan desde Curtice Brothers. Por su parte, Bjoern Bremer, director creativo de Ogilvy explica que «como marca con una larga trayectoria en la restauración, creemos que hemos marcado la diferencia. Hemos aportado algo de alegría y les hemos ayudado a mantener el negocio. Especialmente en estos tiempos de Covid, eso es más de lo que podemos pedir a esta ingeniosa idea».
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