Tener un buen logotipo que represente sus valores de marca es esencial para un negocio. Y aunque el diseño de un logotipo pueda parecer una tarea sencilla, todo se puede complicar a la hora de cumplir las expectativas de nuestros clientes. Y es que tener una comunicación fluida con ellos a veces puede ser complicado, lo que nos puede generar más confusión y llevarnos a realizar esfuerzos de rediseño no deseados.
La clave está en llevar al cliente a un clima de confianza mutua. Hay que tener en cuenta que los clientes no suelen ser conscientes del proceso de diseño que hay detrás de una imagen corporativa y es tarea del diseñador poner en valor su trabajo. No solo se trata de mostrar el resultado final, sino que hay que explicar el camino que se ha tomado y justificar las decisiones que se han ido tomando durante todo el camino hasta llegar a la solución final.
Si eres un diseñador freelance, probablemente sepas lo que es estar bajo presión para llegar a cumplir con los plazos de entrega de los diferentes proyectos que tengas entre manos. Esto puede llevarte a probar algunas soluciones alternativas como un creador de logos. Aunque pueden ser tentadoras por el ahorro de tiempo, estas herramientas no suelen ser muy recomendables para diseñadores profesionales ya que solo permiten trabajar a partir de plantillas predeterminadas y únicamente puedes personalizar el nombre del negocio, colores y poco más.
Una vez tenemos terminada la (o las) propuesta llega el momento de presentarla y esta puede ser una tarea un poco complicada, especialmente si no estamos acostumbrados a tratar con clientes. Por eso vamos a explicar por aquí algunas claves que tendrías que tener en cuenta para presentar un diseño de logotipo a un cliente.
Habla sobre las características del diseño del logotipo
A la hora de presentar el logotipo a un cliente evita empezar haciéndole preguntas porque puede resultar contraproducente. En su lugar, trata e explicar las características del diseño para que el cliente entienda mejor el resultado final. Puedes hablar del punto de partida, del proceso, justificar las decisiones de diseño que has ido tomando… Ten en cuenta que los clientes siempre buscan un diseño que represente a su empresa y que sea beneficioso para esta, por lo que también es buena idea que expliques de qué forma este diseño va a ayudar a la empresa a tener una mejor imagen o a diferenciarse de la competencia.
En el caso de que el logotipo no funcione o el cliente no esté del todo contento con el resultado, trata de identificar de forma concreta qué es lo que no le encaja. Evita las explicaciones vagas del tipo «no me gusta» o «yo le daría otra vuelta» y dirige la conversación hacia diferentes aspectos del diseño para poder identificar aquello que no funciona: colores, tipografía, disposición de los elementos… Esta información te será muy útil para poder elaborar una nueva propuesta que llegue a convencerle.
Consulta los objetivos
Tener claros los objetivos generales de la empresa y los que persigue con el diseño del logotipo es una de las claves del éxito. También es esencial identificar en qué punto se encuentra la empresa: ¿es una marca de nueva creación? ¿nos enfrentamos a un rediseño de un logotipo ya existente? ¿es una submarca que está bajo una marca paraguas? Toda esta información nos servirá ya no solo para el proceso de diseño, sino también a la hora de presentar el resultado final. Y es que si sabemos cuáles son los objetivos de la empresa, podremos justificar mejor el diseño y tendremos menos frenos de la mano del cliente.
Evidentemente hay que evitar discutir con el cliente, pero sí que podemos intentar hacerle ver que el diseño que hemos realizado puede ayudar a su empresa a cumplir con los objetivos que se han marcado. En ese sentido, jugaremos con ventaja si hemos hecho todo ese trabajo previo.
Logotipo en situaciones prácticas
A veces, a los clientes les cuesta imaginarse cómo funcionaría su logotipo si solo ven una pantalla blanca con su logotipo bien centrado. Por eso, puede ser buena idea presentar el logotipo en diferentes situaciones prácticas para que vea cómo podría funcionar el diseño en la vida real. Para ello, hay mockups con los que puedes, en cuestión de minutos, hacer una maqueta de cómo se vería el logo en una tarjeta de visita, en una publicación en redes sociales o incluso en merchandising como camisetas o tazas.
Este tipo de fotomontajes pueden hacer la diferencia ya que muestran situaciones reales en las que se aplicaría el diseño que has realizado y ayudan a que el cliente se haga una imagen más ilustrativa de cómo se aplicaría el logotipo de su negocio en diferentes situaciones.
En conclusión
Como resumen, uno de los principales objetivos a la hora de presentar un logotipo a un cliente es convencerle de la utilidad del diseño y de cómo va a ayudar a hacer crecer a la empresa. Junto a eso, también podemos hablar sobre cómo ha sido el proceso y por qué hemos tomado las diferentes decisiones de diseño (colores, tipografía, etc.). Además, también podemos presentar algunos mockups que nos permitan mostrar cómo funcionaría el logotipo en diferentes situaciones.
Como último consejo, intenta mantener la calma si hay que realizar cambios o si el cliente no está completamente satisfecho con el resultado. Suele ser lo más normal y forma parte de nuestro día a día. En ese caso, toma buena nota de sus comentarios para realizar el menor número de revisiones posibles.
