¿Comerías carne humana para salvar el planeta? Esta es la descabellada pregunta que plantea esta campaña en la que un científico sueco propone que el canibalismo podría ser una buena forma de combatir el cambio climático. Las cifras están ahí: se estima que para 2050 la población global de la Tierra alcanzará los 10.000 millones de personas y que la demanda de alimentos aumentará en un 98%. ¿Se puede producir comida para tanta gente?
En este contexto, The Swedish Food Federation presenta a Erik Karlsson, científico y fundador de una empresa llamada Swede Meat, quien ha encontrado una solución drástica para la creciente población del planeta y el suministro limitado de alimentos: carne humana cultivada en laboratorio que se puede envasar y vender en los supermercados.
«He estado comiendo carne humana durante bastante tiempo y no estoy loco», cuenta en el documental de 18 minutos que se lanzó ayer. En la cinta explica cómo la carne humana puede proporcionar una proteína alternativa a los animales no humanos.
Puedes ver el trailer aquí:
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Antes de que te eches las manos a la cabeza, todo se trata de una sátira. Tanto el científico como su empresa son falsos y se han creado con el objetivo de llamar la atención y crear conciencia sobre los cambios urgentes que deben realizarse en la producción de alimentos para satisfacer las necesidades alimentarias a la vez que se protegen los recursos de nuestro planeta.
Obra de la agencia McCann (Estocolmo), la campaña quiere animar a que se adopten las prácticas alimentarias sostenibles que ya se están aplicando en Suecia. Este país tiene algunos de los estándares de bienestar animal más altos del mundo, el uso más bajo de antibióticos y reglas muy estrictas sobre pesticidas.
La campaña viene firmada por The Swedish Food Federation, una federación que representa a 800 empresas de alimentos y bebidas en Suecia. Con motivo de esta campaña, han creado una web con información sobre cómo hacer la transición hacia una producción de alimentos más sostenibles, poniendo como ejemplo los casos de Oatly, Arla o The Absolut Company.
«Nuestras empresas están a la vanguardia de la producción sostenible y muchas de nuestras prácticas pueden ser copiadas por productores de todo el mundo. Pero también queremos inspirarnos en otros países e industrias y obtener nuevas ideas sobre cómo podemos ser aún más sostenibles», cuenta el presidente de la Federación, Lars Appelqvist. «Con “Eat a Swede”, queremos plantear este problema tanto a los políticos como al público en general, para que podamos unir fuerzas para hacer realidad la transición a una producción más sostenible».
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