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En un mundo marcado por la diversidad de consumidores que hay, las empresas tienen que pensar detalladamente cuáles son las acciones que realizarán. La estrategia y el marketing que se haga, tiene la capacidad de llegar a todos los rincones de la ciudad e incluso, traspasar fronteras. Hablar de branding es sinónimo de hacerlo de trabajo de gestión de marca para conseguir que sea conocida, deseada y que obtenga una imagen positiva de cara a la mente del consumidor. Una de las acciones más destacadas es el merchandising personalizado y para llevarla a cabo, podemos contar con un referente en el sector como Garrampa, que ha trabajado con empresas tan importantes como Google, Facebook o Allianz. En este artículo destacaremos las claves para poder crear una gestión eficiente de marca.
El propósito cobra cada vez mayor relevancia
Crear una estrategia que sea coherente llevará a conseguir buenos resultados. En este sentido, no importa el tamaño que tenga la empresa, puesto que es un aspecto importante para todas las marcas. El branding implica llevar a cabo acciones ligadas con el propósito, los valores de la marca y el posicionamiento, para crear un hilo conductor con el público y que influya en su decisión de compra. Para gestionar una marca, debemos contar con una planificación a largo plazo y crear los elementos necesarios para aprovechar la percepción del negocio en la mente del consumidor. El objetivo es que los grupos de interés entiendan el posicionamiento de la compañía y mejoren su visibilidad.
La estrategia de branding es fundamental porque las perspectivas de una marca se basarán en contextos sociales, culturales y económicos de cada individuo, especialmente con las experiencias con la compañía. Las marcas requieren de valores y de un propósito que acompañe a todas sus acciones. Si está bien hecho, el consumidor lo percibirá, lo sentirá y con ello, la empresa se convertirá en líder en el mercado.
¿De qué forma gestionar una marca?
Para poder llevar a cabo una correcta gestión de una marca, se necesitan distintos medios de comunicación y profesionales del ámbito implicados en el proceso. Una marca requiere de una identidad coherente que pueda comunicar y potenciar para que el target tenga la posibilidad de percibirlo. Lo primero que deberemos tener en cuenta es comprender de qué está hecha una marca, destacando qué le hace única. Posteriormente, se tendrá que definir el propósito o razón de existir. El siguiente paso se centra en la promesa de marca, que se corresponde con lo que nos comprometemos a realizar para que el propósito sea efectivo. Una vez se ha hecho este paso, se tendrá que trabajar en los atributos de marca, que dependerán de la manera en que comuniquemos y la forma en que trabajarán nuestros empleados. Una vez realizado el core de la marca, nos centraríamos en la estructura de una identidad visual, desde los colores corporativos, hasta las ilustraciones, tipografía, merchandising, tono o eslogan.
Ahora que conocemos cuáles son las bases para gestionar una marca de manera eficaz, es el momento de delegar este tipo de acciones a verdaderos profesionales del sector para que nuestra marca pueda crecer gracias a una eficaz estrategia de branding.
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