Burger King tiene algo que lo hace distinto del resto de cadenas de hamburgueserías: su carne está cocinada a la parrilla, lo cual deja unas características marcas sobre su hamburguesa. Para conseguir notoriedad sobre este valor diferencial, la marca decidió ir allí donde su público objetivo pasa gran parte de su tiempo en la actualidad, Snapchat. ¿Y qué hicieron? Pues invitar a que todo aquel que comiera en otra hamburguesería hiciera una foto a su carne y le añadiera las marcas de la parrilla al estilo Burger King con el lápiz de la aplicación.
Una vez tuneada la foto, la gente podía mandarla a la cuenta de Burger King y, a cambio, la marca le daba de vuelta un vale para probar una hamburguesa cocinada realmente a la parrilla gratis. Una forma divertida y diferente de sacar pecho sobre uno de los factores que les hace diferentes frente a su competencia. Y, por supuesto, una de las campañas más inteligentes que he visto de una marca en Snapchat por el momento…
La agencia que está detrás de esta acción es David Buenos Aires.
