Para un artista, cualquier superficie es buena para dejar fluir su creatividad. Y si no, que se lo digan a Faust, famoso por mezclar los graffitis con la tipografía clásica, que decidió utilizar los coches nevados de la ciudad de Nueva York como lienzo para realizar unas obras tipográficas efímeras.
El mismo artista reconoce que “a todo el mundo le gusta escribir en la nieve cuando son niños, pero la mayoría cuando crece pierden las ganas”, aunque parece que él todavía las conserva. Sea como sea, el resultado es muy guay, otra muestra más de que la creatividad puede aplicarse donde menos te lo esperas.
Eso sí, la suerte que tiene él es que en su ciudad nieva, en la mía lo más parecido que podríamos hacer es con los coches sucios y la cosa no quedaría tan bonita…
[Visto en: TheInspiration]
