Ayer, 28 de mayo, Chiquito de la Calzada habría cumplido 93 años. Y aunque hace tiempo que nos dejó, su forma de hacernos reír sigue muy presente en la memoria colectiva. Fue un icono del humor surrealista, un inventor de palabras imposibles y un refugio al que acudir cuando necesitábamos una carcajada.
Para rendirle homenaje, desde Utopicum han lanzado un proyecto tan peculiar como lo era el propio Chiquito: se llama Ouijarl y es una oda a la risa compartida, al humor absurdo, y a esa forma tan nuestra de tomarnos la vida con un poco menos de seriedad.
¿Y qué es exactamente Ouijarl? Pues una edición limitadísima (tan limitada que solo hay 10 unidades) que reinterpreta el formato de la ouija en clave pop. ¿Y por qué 10? Pues porque cada pieza rinde homenaje a uno de los míticos Chiquitazos, aquellos tazos de las patatas Fistros que marcaron a toda una generación.

Además, su precio no es casual. Cada uno cuesta 85 €, un euro por cada año que nos hizo reír Chiquito. Y solo se pueden conseguir a través de la web del proyecto, www.ouijarl.com.
Cada pieza contiene una planchette de triple metacrilato con un Chiquitazo en su interior, un tablero de tela impresa de algodón 100% y un estuche diseñado y fabricado a mano como si albergara una reliquia: con mimo, color y mucho respeto.

En palabras de sus creadores: «esto no va de hablar con los muertos, sino con lo que nos mantenía vivos». Porque Ouijarl no es solo para nostálgicos de Chiquito, sino para cualquiera que valore el poder de reír en grupo. Es un objeto que, bajo su apariencia kitsch, nos conecta con una época más imperfecta, pero también más ligera. Más de verdad.
Una carcajada, un «fistro» y un «cuidadín» bien colocado pueden no cambiar el mundo, pero al menos lo hacen un poco más divertido y más amable. Y en estos tiempos, eso ya es mucho. Ole tú, Chiquito.




