Aviso si estás leyendo esto con hambre: este post puede provocar antojo inmediato de pasta. Porque hoy toca hablar de La Mafia se Sienta a la Mesa, una marca cuyo nombre ha generado más de una polémica y que acaba de presentar su rebranding coincidiendo con su 25 aniversario.
Esta nueva identidad ha sido desarrollada por el estudio de branding Waka y llega con un objetivo muy claro: alinear el estilo visual y verbal de la marca con el momento que vive ahora: una etapa de madurez y crecimiento que pide una imagen más moderna y cercana.

El nuevo logotipo, que ahora viene con una tipografía con serifa, se acompaña de una paleta cromática cálida y elegante donde predominan el marrón chocolate, un amarillo suave y un blanco hueso que equilibra el conjunto. Todo muy apetecible, como no podía ser de otra forma.
Además, la nueva identidad incorpora un guiño muy bonito a la cultura italiana: un motivo de líneas en tonos chocolate y amarillo inspirada en las sombrillas de las playas del Mediterráneo. Un detalle que suma al imaginario evocador de la marca y que ayuda a construir esa atmósfera tan aspiracional que busca transmitir.

A esto se suma un tono verbal renovado, más emocional y flexible, que se adapta al contexto sin perder personalidad. Frases como “Mangiare bene, e basta” o “Haz que martes rime con sábado” transmiten muy bien esa idea de que lo especial puede suceder cualquier día.
Un rebranding que no inventa nada pero que está muy bien tirado. Porque actualiza los códigos de la marca sin desconectarla de sus raíces. Logra mantener intacto ese espíritu acogedor y cercano que ha hecho que tantos comensales se sienten a su mesa, pero ahora con una identidad más coherente, más sofisticada y más preparada para todo lo que viene.




