La imaginación de los niños no tiene límites. Y aunque en general, eso es algo bueno, también puede jugarles malas pasadas. Por ejemplo, un calcetín debajo de la cama puede convertirse en la cabeza de un monstruo en plena noche o un armario entreabierto en el mejor escondite para un payaso asesino.
Tomando como insight el miedo que los niños tienen a estar solos en la oscuridad, IKEA ha creado una campaña para Halloween en la que promocionan sus muebles «sin monstruos incluidos».
Obra de las agencias Ogilvy Berlin y Ogilvy UK, la campaña cuenta con estas dos piezas audiovisuales y tres piezas gráficas para exterior y medios impresos.


