Marshmallow es una seguradora de coches creada en Londres en 2007 que tiene una particularidad: realiza gestiones únicamente online y se dirige a expatriados e inmigrantes, personas a las que suelen aplicarse tarifas más elevadas que a los nativos de Reino Unido.
La compañía ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años y por eso, se han visto en la necesidad de renovar su imagen corporativa para destacar «en un sector en el que impera la seriedad y lo tradicional». Al menos, eso cuentan desde Ragged Edge, el estudio londinense encargado del proyecto.
La nueva marca consta de dos elementos: la mascota Marshall (formada a partir de la inicial de la marca) y el logotipo para el que han elegido una tipografía geométrica con acabados curvos que ayudan a hacerlo más amigable y cercano.
Marshall, su mascota, cobra especial protagonismo en las diferentes aplicaciones, especialmente en las animadas, donde se utiliza a modo de transición a la hora de presentar la información. Además de Marshall, también han creado toda una colección de personajes a partir de formas geométricas simples que ayudan a hacer la comunicación más divertida, amena y dinámica.
Esta nueva imagen viene acompañada de un nuevo tono de voz, mucho más empático, inclusivo y comprensivo, algo necesario en un sector como el de los seguros.
La paleta de colores también camina en la misma dirección. Con un rosa chicle como protagonista, también incluye tonos verdes, naranjas y azules para las diferentes aplicaciones.
El resultado es una marca cercana, dinámica y que se diferencia del resto de compañías de seguros de las que hayas escuchado hablar. Y sobre todo, es un trabajo de branding muy actual y flexible, que permite que la comunicación de Marshmallow se adapte a los diferentes canales y formatos, ya sean online, impresos e incluso, merchandising o mobiliario.