6 errores a evitar como creativo freelance

[En colaboración con LG Ultra]

Como todo en la vida, ser freelance tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Pero lo cierto es que, en la mayoría de los casos, el sistema no te prepara para trabajar por tu cuenta y el camino, hasta que pillas el truco, puede hacerse un poco cuesta arriba. Especialmente si empiezas desde cero y no tienes nada de ayuda.

Hablo desde mi propia experiencia. Ser freelance es una carrera de fondo llena de tropiezos, prueba y error y cagadas varias. Y también es un proceso en el que no terminas de aprender nunca, siempre hay algo que puedes mejorar o algo nuevo que puedes implementar en tus procesos.

Hoy en este post quiero repasar algunos errores que he ido cometiendo en estos años como autónomo y que creo que pueden serte útiles, especialmente si acabas de empezar a trabajar por tu cuenta en el mundo de la creatividad.

¡Espero que te sirvan! Ah, y si te animas a compartir los tuyos, estaré encantado de leerte en comentarios.

 

No pensar en ti como un negocio

Empezamos fuertecito porque esto es un temazo. Y es que cuando empiezas a ser freelance lo normal es que pienses en ti como un profesional independiente que trabaja para sí mismo y no como el dueño de un negocio.

Pero la realidad es que cuando eres freelance tienes que ocupar muchos roles: propietario de la empresa, comercial, ejecutivo de cuentas, diseñador, director de comunicación, administrador… Vamos, que tienes un montón de cosas que hacer. Tenlo en cuenta porque todas estas tareas hay que realizarlas (lo siento, no hay forma de escaquarase) y además van a consumir tiempo de tu jornada que deberías tener en cuenta a la hora de organizar tu agenda.

 

No organizarte bien

Y ya que he mencionado la agenda, toca hablar de otro tema que cuesta mucho controlar como freelance: la organización y gestión del tiempo. Cuando trabajas por tu cuenta es muuuuy fácil que de repente el trabajo se apodere de tu vida. No tienes un horario fijo de oficina y resulta que un día se juntan varios trabajos a la vez, tienes que atender a muchos clientes o aparece una urgencia que no esperabas y te dan las 11 de la noche frente al ordenador.

Aquí lo importante es diferenciar entre tres tipos de tareas: las que tienes que hacer para tu negocio (de las que te hablaba en el punto anterior), el trabajo que tienes que hacer para tus clientes y el tiempo de descanso y otro tipo de actividades de tu vida diaria (por ejemplo, el gimnasio o las horas para la comida).

Lo ideal es que primero pongas en tu agenda las tareas de tu negocio y tus actividades personales y que luego rellenes los huecos que te quedan con los encargos de tus clientes. Así, conseguirás que el trabajo no se apodere de tu vida, sino que tendrás el control sobre el tiempo que debes dedicarle a los diferentes proyectos y a tus actividades personales.

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Top view on background of paper, pencil, crumpled paper on wooden table.

 

No invertir en las herramientas adecuadas

Lo normal es que cuando empiezas, si no tienes muchos clientes, todo lo que ganes vaya a cubrir tus gastos como freelance y de tu vida diaria. Pero en cuanto la cosa empieza a ir mejor, es importante que parte de esas ganancias vayan a mejorar tu espacio de trabajo.

Por ejemplo, piensa en las horas que pasas sentado en la silla de tu escritorio. Esa silla de 50€ de IKEA ha estado bien para empezar, pero quizá deberías pensar en comprar una ergonómica que te permita trabajar más cómodo y así te sentirás mejor y realizarás mejor tu trabajo.

Lo mismo pasa con tu ordenador. Es tu principal herramienta de trabajo. Si va lento, tienes que esperar a que exporte los archivos o tarda una eternidad en iniciarse, estás perdiendo un tiempo muy valioso. Y sí, el tiempo, al final, es dinero.

El nuevo LG Ultra 17U70Q está pensado para ayudarnos a sacar el máximo partido de nuestro trabajo. Viene equipado con una tarjeta gráfica NVIDIA RTX 3050 con 8GB dedicados de VRAM GDDR6 y un procesador Intel i7 de 12ª generación que ofrecen un rendimiento excepcional cuando estás diseñando, programando o, incluso, trabajando con programas de vídeo.

Además, incorpora una pantalla con panel IPS de 17” y un ratio de aspecto 16:10 que te permite ver más contenido en el mismo cuerpo. De esta forma, puedes ser más productivo en tu día a día estés donde estés.

 

No contar con un asesor o gestor fiscal

Si eres como yo, probablemente nunca hayas tenido que hacer una factura hasta que te hiciste freelance. Ya no hablemos de todo el papeleo para pagar el IVA trimestral o cómo darte de alta como autónomo en la Seguridad Social.

Mi mayor recomendación es que te busques una gestoría o un asesor que te ayude con todo esto. Créeme que será un dinero bien invertido.

 

No tener claro tu cliente ideal

He aquí otro temazo que daría para unos cuantos posts. Es normal que cuando empieces digas a todo lo que te surja que sí porque todos tenemos que generar ingresos, pero a medida que vayas avanzando, vas a tener que empezar a plantearte cuál es tu cliente ideal.

En general, tu cliente ideal es el que te ofrece un trabajo que te apetece hacer, para el que estás preparado y que trabaja contigo para conseguir el mejor resultado posible. También debería tener una comunicación fluida y, por supuesto, pagarte a tiempo y según lo acordado.

Es totalmente normal que antes o más tarde te encuentres con algún cliente que no cumpla con todo esto. Tranqui, lo importante es saber cuando parar y aprender a detectar las red flags de un mal cliente en la primera reunión.

 

No saber cuánto cobrar por tu trabajo

Tranqui, no saber qué cobrar es totalmente normal y es una de las dudas más frecuentes que todos solemos tener cuando empezamos. La mala noticia es que no hay una respuesta fácil para esto.

Un consejo que te doy es que no pienses solo en las horas de trabajo efectivo que vas a dedicarle a un proyecto en concreto. También tienes que contemplar las horas de gestión (pasar el presupuesto, contrato, factura al finalizar…), las horas de reuniones (la reunión de valoración, de briefing, de presentación del proyecto) y cualquier otra inversión de tiempo que tengas que hacer para poder sacar adelante el proyecto.

Algo que te ayudará mucho es tener un sistema bien definido en el que veas todas las etapas de un proyecto y cuánto tiempo vas a dedicar a cada una de ellas. Esto te permitirá hacer un presupuesto que se ajuste mejor a la carga de trabajo que va a tener este cliente.

No pasa nada si no aciertas a la primera, yo pasé mucho tiempo hasta encontrar cuál es el precio adecuado para mi trabajo. Ya lo dije al principio, esto de ser freelance es un «prueba y error» constante.

[En colaboración con LG Ultra]

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