Antes de empezar, pongamos un poco de contexto sobre los protagonistas de esta historia. VICIO es una cadena de hamburgueserías fundada por el ganador de la séptima edición de Master Chef Aleix Puig y que tiene presencia en Madrid, Barcelona y Girona. Desde sus inicios han llamado la atención de los que nos dedicamos a la creatividad y el diseño por su branding y su comunicación, con un toque de humor provocativo que se sale bastante de lo que se hacen otras empresas de restauración. Por otro lado tenemos a Goiko, que nació en 2013 y están más que asentados por todo el país. Podríamos decir que son líderes en su sector y que son el principal competidor de VICIO. Y por último está Jessica Goicoechea, modelo e influencer que acumula más de 1,7 millones de seguidores en Instagram.
Vale, ahora que ya tenemos todas las fichas del tablero, vamos con la jugada. VICIO ha contratado a Goicoechea como embajadora para su nueva campaña, que incluye una lona de más de 15 metros en pleno centro de Madrid. ¿Por qué esta influencer y no otra? Pues para «trolear» a Goiko dada la semejanza entre el nombre de su competidor y el apellido de Jessica. ¿El mensaje? «VICIO, las burgers favoritas de Goico». Más claro y directo, imposible.
Por cierto, como curiosidad, Goiko se llama así por su fundador, que también se apellida Goicoechea. Jugada perfecta.
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La cosa no tardó en generar repercusión y la campaña fue la más comentada durante el día de ayer por redes, donde los usuarios aplauden el ingenio de VICIO para «atacar» a su competencia. Con ella, pretendían justamente esto, «aumentar su visibilidad» y «consolidar su crecimiento» según cuentan desde la marca. Objetivo cumplido en tan solo unas horas.
Sin duda, la campaña está muy bien pensada. Yo creo que encaja perfectamente con ese estilo atrevido y con un toque de humor gamberro que tiene la marca desde sus inicios. Además, la influencer está utilizada de forma inteligente, haciéndola protagonista y partícipe de la historia y no un simple medio para generar repercusión. Y por último, conocen muy bien el público al que va la campaña y todo está pensado para impactarles. Saben que probablemente mucha gente no entenderá el anuncio, pero les da igual porque los que son su target de verdad, saben que la van a pillar a la primera. Y eso es lo que de verdad importa.
