Aunque parezca un sandwich, un salami o un poké bowl, lo que ves en la imagen de cabecera en realidad son calcetines. ¿Y cómo puede ser eso? Pues se trata de uno de los últimos trabajos de Folch para Eat My Socks, una submarca de la empresa de productos de diseño Doiy.
Tanto el naming como el branding de esta nueva marca está inspirada en los códigos visuales que todos podemos encontrar en los supermercados, «donde se encuentran una gran variedad de envases con diferentes formatos y gráficos aplicados de diferentes maneras», explican desde Folch.
Desde el estudio crearon un sistema gráfico flexible basado en pegatinas que sirven para reforzar «el tono divertido y sorprendente de la marca» para así «consolidar su identidad». No obstante, más allá de estas pegatinas que unifican todo el lenguaje visual, cada uno de los productos tiene una personalidad individual a través de sus colores, mensajes y formas.
De hecho ese fue uno de los principales retos del proyecto. Desde Folch explican que tuvieron que trabajar mucho para crear un sistema de pegatinas y envases lo suficientemente versátil para adaptarse a los distintos productos de Eat My Socks. «Un reto que acabó resolviéndose como una oportunidad para destacar las diferentes características de cada uno de los productos».
Si te gusta Eat My Socks, puedes saber más sobre este proyecto en su web y su perfil de Instagram.
