Las bolsas de plástico suponen un gran problema para nuestro planeta. Su mala gestión hace que en muchos casos las desechemos tras el primer uso y eso tiene un gran impacto en la naturaleza, ya que tardan decenas o cientos de años en degradarse.
En la búsqueda de una alternativa, la organización Plastic Paper (Nueva York) ha desarrollado una bolsa biodagradable hecha con bambú. Este diseño permite utilizar un 75% menos de material que una bolsa de papel estándar ya que solo utiliza una hoja de fibra de bambú que se pliega para formar la bolsa en sí. Y además es segura para compostar después.
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El sistema de plegado que usa esta bolsa no es tan novedoso, ya que es bastante utilizado en Taiwan. El tema aquí era encontrar un material que permitiera reducir al máximo el impacto que tienen estos plásticos de un solo uso. Para llevar adelante el proyecto, en Plastic Paper han contado con el buen hacer del estudio Placeholder (Nueva York) y el fotógrafo Henry Hargreaves.
La iniciativa ha surgido tras la prohibición de algunas bolsas de plástico en el estado de Nueva York. No obstante, existen excepciones para restaurantes y establecimientos de comida para llevar, que pueden seguir usándolas. Es por eso que este diseño está pensado especialmente para estos negocios, ya que en su interior caben perfectamente las típicas cajas y envases que se usan para transportar alimentos preparados.
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