Este año las altas temperaturas del verano se han hecho realmente insoportables, así que no me extraña encontrarme con proyectos como el que os voy a contar hoy. Y es que el artista francés Benedetto Bufalino ha transformado un autobús viejo en una piscina pública que ha instalado en el parking de un pueblo en la región de Artois, al norte de Francia.
Esta peculiar piscina tiene capacidad para 10 personas y lleva abierta desde el pasado mes de agosto. Para crear este proyecto, el artista ha utilizado un autobús antiguo de los que se utilizaban en la red de transporte de esta zona. De este modo, Bufalino volteó el autobús, vació su interior y reforzó la carrocería del vehículo para que pudiera resistir el agua y los bañistas. En cuanto a dimensiones, tiene 9 metros de largo, 2,3 de ancho y 1,5 metros de profundidad. Además cuenta con una escalera en la parte trasera para poder entrar y salir de la piscina y una plataforma para que el socorrista pueda velar por la seguridad de los nadadores.
Esta no es la primera vez que Benedetto Bufalino hace algo así. Anteriormente ya ha transformado otros vehículos como una grúa en un acuario, una caravana en una minipiscina o un coche en una pista de tenis de mesa. Sea como sea, se trata de una iniciativa divertida y original para dar una segunda vida a los autobuses antiguos, ¿no os parece?
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