He de reconocer que no soy muy fan de los anuncios de Mixta, exceptuando el de los pingüinos y los gatos, pero esta vez me han sorprendido gratamente. Y aunque sigan con su estética “cutrecilla” y sus doblajes “a lo amateur”, esta historia tiene mucha miga (en sentido literal).
Curiosa la historia de amor entre Mixto (un sandwich) y Mixta (la cerveza con limón de Mahou). A modo de “documental” (una versión extendida del spot para Internet), el bocadillo nos cuenta su tormentosa historia de amor con la cerveza, que parece que no acaba demasiado bien. Muy ingenioso, y, como siempre, con ese toque inconfundible que caracteriza a la comunicación de esta marca. ¡No te lo pierdas!
