Hace ya tiempo que IKEA se dio cuenta de que mostrar cocinas perfectamente ordenadas o salones impolutos no le ayudaba a conectar con la gente. Porque la vida es bastante más caótica, impredecible… y por qué no decirlo, interesante. Ya lo vimos en esta campaña en la que diferentes mascotas lo ponían todo patas arriba o en esta otra en la que la marca decía directamente que «la vida no es un catálogo de IKEA».
Ahora, bajo el lema «Made for life», IKEA Noruega vuelve a recordarnos que sus productos no están solo para decorar, sino que nos acompañan en todos los momentos: los buenos, los regulares y los más complicados.
La campaña, desarrollada por la agencia TRY, se compone de once piezas audiovisuales que cuentan pequeñas historias cotidianas. Algunas son divertidas, otras son duras y otras simplemente… humanas. Se habla de infertilidad, de infidelidades, de la demencia de un ser querido. Pero también de pisos de estudiantes, de fiestas en casa y de niños que se niegan a comer. Todo con una sensibilidad muy cuidada y con esa mirada cercana que IKEA sabe manejar tan bien.
Annika Mørch Asté, directora de Marketing de IKEA Noruega lo explica muy bien: «No hay nadie que conozca mejor la vida en casa que IKEA, y queríamos mostrar cómo se usan realmente nuestros productos ahí fuera», cuenta sobre la campaña. «Nuestros productos están presentes en todo: en los buenos días, en los difíciles y en todos esos momentos cotidianos que pasan entre medias».
Una campaña con la que IKEA vuelve a dejar claro que sabe cuál es su papel en nuestras vidas: no es el de vendernos un ideal, sino el de estar ahí, en medio del caos, los cambios y nuestro día a día en general.
