La marca de bebidas vegetales Oatly quiso hacer una campaña de exterior en las calles de París, pero se encontró con algo que no esperaban: la legislación de la ciudad dice que los murales en las paredes deben hacerse de «forma artística» y no permiten que incluyan logotipos o imágenes de los productos.
El equipo creativo de Oatly debió pensar entonces que «a grandes males, grandes remedios» y se sacaron de la manga una solución tan creativa como divertida. En primer lugar, pintaron varios murales con frases como «¿No sería esta pared mucho más bonita con un cartón de bebida de avena?» o «¿Esto es una obra de arte o uno de esos anuncios de bebida de avena?». Evidentemente, estos murales estaban escritos con la tipografía que Oatly suele usar en su publicidad, por lo que era fácilmente reconocible para los más fans de la marca.
Pero lo que realmente mola de todo esto es lo que hicieron después: grabar una serie de vídeos en los que varios repartidores «hackeaban» estos murales jugando con la perspectiva. Así, gracias a un camión que hace marcha atrás o un palet con cajas que transporta un repartidor lograban completar los mensajes y convertir estos murales «asépticos» en anuncios de la marca con su logo, su packaging y todo.
Muchas veces, las marcas crean este tipo de acciones pesando en la repercusión que puedan tener online cuando la compartan los usuarios (y no tanto por la gente que pase por delante), así que utilizar un soporte offline para crear un vídeo de este tipo para redes parece una estrategia bastante inteligente.