Mientras en que la Unión Europea prohibió allá por 2017 que las bebidas vegetales pudieran ser etiquetadas como «leche» (por ejemplo «leche de soja» o «leche de avena»), en Estados Unidos es otra historia. Y es que la Food and Drug Administration ha dictaminado este año que los productos vegetales sí que podrán llamarse «leche» en todo el país. A raíz de esta decisión, MilkPEP (abreviatura de Milk Processor Education Program) lanzó un anuncio en el que se burlaban de los productos de origen vegetal diciendo que «solo la leche láctea es leche de verdad».
Ahora, Oatly contraataca con una ingeniosa campaña en la que ponen en entredicho la sostenibilidad y el impacto medioambiental de la industria láctea. ¿Cómo? Pues ofreciéndoles un espacio publicitario gratuito con una única condición: que compartan cuánto dióxido de carbono se emite a la atmósfera para producir un litro de leche de vaca.
En sus anuncios, Oatly cuenta que para producir cada brik de su bebida vegetal se requiere el equivalente a 0,62kg de dióxido de carbono y anima a que las marcas de leche compartan este mismo dato. Para ello, han publicado en su web un formulario con 68 preguntas con las que extraer la información necesaria para hacer el cálculo de emisiones.
Desde la compañía, se ofrecen a pagar el espacio publicitario para todas las marcas que acepten el reto y que así los consumidores puedan comprobar cuál de las dos bebidas es más sostenible para nuestro planeta.