[Artículo invitado]
El marketing digital llegó para quedarse y ofrece una cantidad casi infinita de tareas disponibles por hacer. Quienes se dedican a este mundo reconocen lo importante de adquirir habilidades y conocimientos suficientes para destacar ante tanta competencia. Lograrlo no siempre es fácil, pero con la guía correcta se está a un paso más próximo de alcanzar la meta.
Los marketeros digitales son aquellos profesionales que dedican su vida laboral a desarrollar estrategias y poner en marcha acciones para que una marca se posicione en el mercado, aumente sus ventas y logre fidelizar a sus clientes. Para conseguir cada uno de estos objetivos hay que plantearse una ruta de trabajo que sea provechosa y que sea capaz de generar los resultados que se esperan.
No se puede negar que el marketing digital es exigente y es por eso que muchas veces se recomienda la especialización en un área y, cómo no, en una determinada herramienta. La comunicación con los clientes potenciales en todo esto es muy importante y es por eso que una de las especializaciones más demandadas en este sector es, por ejemplo, el email marketing.
Escribir correos que aplican técnicas de storytelling y le lleguen directo al corazón de los clientes potenciales es una habilidad que buscan muchas empresas entendidas en el tema. Esto, complementado con el uso de una gran herramienta de email marketing es capaz de generar un poderoso retorno de inversión.
Y es que es lógico porque una empresa espera que sus inversiones en el área de marketing digital sean rentables, con acciones personalizadas y ajustadas a su sistema de comunicación y valores, generan conversiones y fortalezcan las relaciones.
Actualizaciones constantes
Si hay algo que es cierto en el marketing digital es que todo cambia con mucha rapidez y los marketeros deben estar atentos para adaptarse lo antes posible. Esto se evidencia en dos de las áreas que más generan cambios y son las tendencias y las nuevas tecnologías.
Para estar al día en todo, lo más recomendable es seleccionar referentes que permitan estar informados de todo. Por vía digital conviene suscribirse a newsletter y seguir ciertas cuentas en redes sociales, mientras que a nivel presencial es válido asistir a conferencias y actividades grupales.
Medición de resultados
Los buenos marketeros no se basan en sus propios pensamientos para tomar decisiones con respecto a sus tareas diarias. Al contrario, ellos buscan todos los datos posibles a los que tengan acceso y realizan un análisis pormenorizado de ellos para valorar qué es lo que funcionó, qué necesita ser mejorado y qué es lo que mejor no se vuelve a hacer.
Esto es posible conseguirlo gracias a que la mayoría de las herramientas de calidad disponen de datos para medir el rendimiento de las campañas. Lo que hace falta es saber en cuál enfocarse específicamente.
Aplicar estrategias
Las estrategias son claves para obtener resultados y, en esto, no se puede tomar nada a la ligera. Cada empresa tiene unos objetivos bien marcados que deben respetarse a la hora de establecer estrategias de trabajo y planificar tareas. Sin una estrategia bien definida, el trabajo del marketero quizás no produzca ningún resultado favorable.
Conocer al público objetivo
Conocer al detalle quiénes son los receptores de cada acción de marketing se convierte en un infaltable en las tareas cotidianas de un marketero. Crear un método propio de investigación y validación ayudará mucho a lograr resultados prometedores en cada tarea a ejecutar. Es importante enfocarse en áreas como las necesidades, los comportamientos y los intereses.
Saber comunicarse
En la buena comunicación recae la mayor parte de la efectividad de todo lo visto en los puntos anteriores. Un marketero debe tener habilidades de escritura para transmitir de manera coherente y persuasiva cada mensaje. Tomando en cuenta que casi todo en internet se lee, es obligatorio avanzar con esto.
Un marketero digital necesita muchas habilidades que puede ir recopilando en su día a día. En todo esto no es lo más importante ser el mejor desde el principio, sino mejorar un poco todos los días.