Hace unas semanas hablé por Instagram de las creaciones de Ememem, un artista urbano francés que se dedica a reparar huecos en el pavimento, aceras y paredes de su ciudad con mosaicos de cerámica. Pues bien, hoy toca cruzar el charco para hablar de otro artista que hace algo bastante parecido en Chicago.
Y es que desde 2013, Jim Bachor se ha encargado de hacer más bonitas las calles de su ciudad natal rellenando los baches de la carretera con coloridos mosaicos de vidrio y mármol en los que representa diferentes figuras como flores, helados o incluso objetos relacionados con la pandemia.
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Su peculiar arte le ha llevado a hacer intervenciones en varias ciudades estadounidenses e incluso de otras partes de mundo. El principal objetivo de estas creaciones es generar una conexión entre la ciudad, sus habitantes y una técnica artesanal (la de los mosaicos) que se remonta miles de años atrás hasta mesopotamia.
En el mundo antiguo, los mosaicos se utilizaban para captura imágenes de la vida cotidiana, convirtiéndose en obras de arte duraderas que han servido para entender cómo era la vida en aquella época. Al usar esta técnica, Jim es capaz de hablar y reflexionar sobre cosas actuales utilizando una técnica y una voz ancestrales que aportan una nueva perspectiva y matices a temas cotidianos.
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