En 1964, en plena guerra fría, Klaus-Günter Jacobi ayudó a su mejor amigo, Manfred Koster, a cruzar el muro de Berlín. Y lo hizo modificando el motor de su pequeño BMW Isetta para crear un espacio lo suficientemente grande como para que entrara una persona. Ahora, medio siglo después, la marca de coches ha decidido recordar esta historia convirtiéndola en un corto de apenas 4 minutos.
La empresa BMW sobrevivió fabricando microcoches como el BMW 700 y el BMW Isetta tras la Segunda Guerra Mundial. Estos coches eran tan pequeños que ningún soldado podía esperar que se usara para transportar personas escondidas, algo que Manfred aprovechó a su favor para ayudar a su amigo. Pero no solo a él, ya que tras el primer intento exitoso, trasladó a ocho personas más hacia el lado occidental de la ciudad antes de la caída del muro de Berlín.
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Bajo el lema “The small scape”, la agencia Jung Von Matt / Alster ha creado un emocionante anuncio que cuenta cómo los coches pueden ayudar a cambiar la vida de la gente. Así podemos ver como Jacobi, que había estudiado mecánica, transformó su coche para crear un escondite para su amigo en su interior.
La campaña cuenta también con una página web donde explican esta hazaña con todo lujo de detalles. Por cierto, como dato curioso, el coche del propio Jacobi sigue existiendo y está expuesto en el Museo del Muro de Berlín.
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