¿Eres de los que piensa que las marcas de aperitivos nos estafan porque la mitad de sus bolsas están llenas de aire? Tranqui, no estás solo. Vale que las marcas se excusan en que el “relleno holgado” (proceso por el cual añaden nitrógeno a los packagings) sirve para mantener la frescura y que las patatas no se hagan añicos, pero también hay algo de estrategia de marketing detrás. Porque sí, el tamaño del envase puede hacernos creer que estamos comprando más cantidad de producto de la que hay en realidad.
Sea por un tema práctico o una estrategia para vender más, el especialista en marketing Ross Hudgens se ha tomado la molestia de investigar exactamente cuánta cantidad de “aire” contienen las bolsas de patatas fritas que todos podemos encontrar en el supermercado. Los resultados de su estudio se han publicado en Bored Panda, donde podemos ver que, de media, el 43% del volumen de los envases de patatas fritas es nitrógeno. Entre las marcas que más “nos engañan” están Cheetos (59% de aire), Ruffles (50% de aire) y Doritos (48% de aire).
El lado más preocupante de esto es el impacto ecológico que conlleva. Por un lado, por la mayor cantidad de plástico utilizado para fabricar los packagings. Y, por otro, porque las bolsas de patatas llenas de “aire” ocupan más espacio para su transporte. Según cuentan en Bored Panda, casi 9 de cada 10 camiones que llevan Doritos no necesitarían estar en la carretera si sus envases no llevaran el relleno de nitrógeno.
¿Qué opináis vosotros? A mí me parece un debate interesante…
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