En una zona sin carreteras y sin cobertura telefónica, ¿cómo recordar a las mujeres que viven en el Amazonas que deben hacerse una revisión todos los años para prevenir el cáncer cervicouterino? Este es el reto al que se enfrentaron Hermes Pardini Laboratories, el Departamento de Salud del Estado de Pará y Ogilvy Brasil.
Así es como nació “La flor de la vida”, un nuevo híbrido de la Cattleya creada especialmente para este proyecto. Esta planta florece una vez al año, funcionando como una especie de calendario que recuerda a las mujeres que deben hacerse la revisión.
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Esta campaña se ha llevado a cabo en una región de Brasil en la que, debido a la falta de educación, infraestructura y tecnología, este tipo de enfermedad tiene una incidencia 3 veces mayor que en el resto del país. Estas plantas fueron “configuradas” para ir floreciendo en diferentes épocas del año para no saturar las consultas médicas y que las pruebas se hagan de forma escalonada entre la población.
Se repartieron un total de 5.000 flores de la vida cuya influencia alcanza a más de un millón de mujeres en esta región. De esta manera, una planta se convierte en soporte publicitario para ayudar a salvar vidas y mejorar la salud de las personas que viven en las profundidades del bosque amazónico.
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