Con el objetivo de acercarse a un público joven allá donde este está presente, Coca-Cola lanzó esta campaña en Rumanía. Y es que los festivales son uno de los planes de ocio favoritos de los jóvenes, por lo que la marca de refrescos decidió centrar su estrategia en este tipo de eventos. ¿Y cómo lo hizo? Pues transformando la etiqueta de sus botellas de 500ml en pulseras que permitieran el acceso a algunos de los festivales más importantes del país.
De este modo, bastaba con escanear el código de barras de las pulseras con una aplicación móvil para saber si estaba premiada. En caso afirmativo, la propia etiqueta era ya la entrada para poder acceder al recinto sin necesidad de hacer ningún trámite más. Una campaña de McCann Bucarest cuyos resultados puedes ver en el vídeo que te dejo aquí abajo.
[Visto en: TheDrum]