Los libros que todos leemos están impresos en papel que viene de los árboles. Esto provoca un gran impacto ambiental que la editorial Pequeño Editor quiere compensar con esta bonita acción. Así, la agencia FCB Buenos Aires ha creado Tree Book Tree, un programa dedicado a producir libros hechos a mano con papeles libres de ácido, semillas y tinta ecológica. De este modo, una vez el libro ha sido leído, puede ser plantado para que de las semillas crezca un árbol nuevo.
Bajo el lema “los libros y los niños pueden crecer juntos”, el proyecto pretende enseñar a los niños de entre 8 y 12 años de dónde vienen los libros, algo necesario en una época en la que parece que Internet y la tecnología lo abarcan todo. Además, “Mi papá estuvo en la selva” (el título del libro en cuestión), es una novela escrita para inculcar en los jóvenes el respeto por la naturaleza y la necesidad de cuidar nuestro planeta.
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