Lloró es el pueblo en el que más llueve del mundo, pero, paradójicamente, sus habitantes no tienen acceso a agua potable. Esta historia llamó la atención de Coca-Cola, que decidió que tenía que hacer algo para ayudar a los habitantes de esta pequeña localidad colombiana y puso en marcha esta bonita iniciativa.
Así, movilizaron a todas las personas que vivían en Lloró para colocar cientos de botellas vacías en la calle con el objetivo de que se llenaran con agua de lluvia. Una vez llenas, las pintaron y las pusieron a la venta a través de una tienda online, para que cualquier persona pudiera aportar su granito de arena y convertir el agua de lluvia de Lloró en agua potable.
Una acción de Ogilvy Colombia que recaudó el suficiente dinero para instalar una planta de tratamiento de agua y conseguir que los más de 10.000 habitantes de Lloró por fin tengan acceso a agua potable.
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