Muy inquietante esta autopromo de BETC París en la que el director creativo abre la cabeza de los empleados y licua su cerebro junto con otras cosas con el objetivo de mezclar las mentes creativas. Un spot en el que se dan consejos para conseguir ser una de las mejores agencias de publicidad del mundo, aunque para conseguirlo haya que jugar a ser un poco Frankenstein…
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