Solidaridad, reciclaje y creatividad es todo lo que combina esta iniciativa que nos demuestra que el diseño, además de conseguir resultados bonitos y divertidos, sirve también para ayudar. Lisanne Konning es una diseñadora neerlandesa que presentó a su academia un proyecto basado en la idea de que “todos los niños merecen la oportunidad de jugar sin problemas, sin importar cuáles sean las circunstancias”.
Inside the Box consiste en aprovechar las cajas de cartón que reciben los niños refugiados con donaciones para convertirlas en diferentes juegos que los propios niños pueden recortar, montar y disfrutar. Desde dados y animales hasta diferentes escenarios y camiones estarían impresos en las diferentes caras de las cajas, solo basta con doblarlas y darles la forma.
De momento el proyecto de Lisanne está en prueba con refugiados sirios en Países Bajos, pero ojalá la idea se traslade a más sitios donde hace falta impulsar la diversión a pesar de la terrible situación. Es muy bonito ver cuando las personas aprovechan la creatividad y sus habilidades para hacer del mundo un lugar mejor.
[Visto en: Co.Design]