Desde Reino Unido nos llega este impactante anuncio que nos pone en la piel de una niña autista para intentar que entendamos mejor cómo se siente la gente que padece este trastorno y cuál es la mejor forma de relacionarnos con ellos.
La campaña nos invita a acompañar a Holly, una niña británica que padece autismo, en una mañana de colegio. Desde que coge el autobús hasta que llega a clase, la protagonista se encuentra con multitud de estímulos que permanecen en su cabeza y se solapan, complicando la comunicación las personas que se encuentran a su alrededor.
El principal mensaje que se transmite en la campaña es la importancia de de dar un minuto a las personas autistas. Este pequeño gesto puede suponer un cambio muy grande:
“Soy autista. Y a veces obtengo demasiada información. Es como si mi cerebro estuviera demasiado lleno de gente… y a punto de explotar. Si te tomas un minuto, puedes dar a una persona autista como yo el tiempo que necesitan”.
Uno de los grandes retos al que se enfrentaba la agencia Don’t Panic, era trasladar al plano visual algo que no se puede ver y que ocurre en el interior de los autistas. No obstante, creo que el recurso de los subtítulos está muy bien resuelto y, a juzgar por los comentarios de Youtube, se aproxima bastante a la realidad.
[Visto en: Adweek]