Un mal día en el trabajo, el bajón de ánimos que sufrimos los lunes o el estrés del día a día son cosas que se pueden curar con un poco de chocolate. O, al menos, eso es lo que pretende esta marca que se ha inspirado en los packagings de medicamentos para reposicionar sus tabletas en el mercado.
Cada una de las etiquetas destaca diferentes propiedades “curativas” del chocolate, como dar un extra energía, curar el dolor de cabeza después de haber pasado la tarde entre gritos de niños, antidepresivo para cuando estás de bajón o simplemente proporcionar placer.
Una idea de Cheil Hong Kong que me resulta bastante interesante, tanto por el concepto que hay detrás como porque supone una buena estrategia para diferenciarse de la competencia, aunque me plantea algunas dudas… A nivel legal, ¿se podría reproducir en nuestro país el estilo de los envases de medicamentos en un producto que no lo sea? ¿Compraríamos un chocolate en el lineal del supermercado con un packaging que nos recuerda al de los ibuprofenos?
[Visto en: WonderfulBrands]